¿Qué son los bonos verdes?

La inversión de impacto verde y social consiste en comprar bonos cuyo producto se destina a proyectos que contribuyen a una economía de bajas emisiones de carbono o a satisfacer las necesidades básicas de poblaciones y comunidades desatendidas. Contribuyen a financiar numerosas iniciativas, entre las que se incluyen las energías renovables, la prevención de la contaminación, el acceso a atención sanitaria, viviendas asequibles y el empoderamiento de la mujer.

El mercado de bonos verdes nació en 2007 cuando el Banco Europeo de Inversiones (BEI) emitió el primer bono verde. Desde entonces, se ha desarrollado muy rápidamente y ya los emiten organismos supranacionales, empresas, entidades financieras, administraciones e instituciones públicas y gobiernos, entre otros. En tan solo una década, los bonos verdes han crecido hasta convertirse en un importante mercado internacional que atrae la atención de inversores comprometidos con la descarbonización de los activos.

Hoy en día, todavía no existe una normativa para los bonos verdes. Sin embargo, la Asociación Internacional del Mercado de Capitales (ICMA) ha establecido los Principios para los bonos verdes, un conjunto de directrices que se facilitan a los emisores de bonos verdes y que destacan que su producto debe destinarse a proyectos de interés medioambiental y pone de manifiesto la importancia de una provisión de información transparente.

¿Por qué plantearse invertir en bonos verdes?

El universo de bonos verdes ha cambiado significativamente desde la primera emisión en 2007. La Conferencia sobre el Cambio Climático de París en 2015 (COP21), que puso en marcha la transición hacia una economía baja en carbono, fue un momento decisivo a este respecto. Desde entonces, se han iniciado una serie de cambios normativos, lo que ha dado lugar a una mayor concienciación por parte de los inversores sobre cuestiones medioambientales. Los bonos verdes se han beneficiado claramente de este compromiso mundial y el universo de inversión ha crecido notablemente.

Como resultado, los bonos verdes han atraído cada vez más atención de los inversores comprometidos con la descarbonización de sus activos con motivo de los objetivos fijados por el Acuerdo de París. Se trata de un instrumento potencialmente atractivo tanto para emisores como para inversores. Por un lado, el emisor certifica su compromiso con la transición energética. Por el otro, los inversores se benefician de una mayor transparencia, pues los emisores se comprometen a publicar un informe anual describiendo la evolución y el impacto de los proyectos financiados.

Dado que el mercado de bonos verdes está creciendo, la lista de emisores, regiones y sectores es cada vez más diversa y, por tanto, resulta más atractiva para los inversores. Esta mayor diversificación, junto con un equilibrio adecuado entre emisores públicos y privados, permite que el universo ofrezca un perfil de riesgo/rendimiento potencialmente atractivo, haciendo de esta inversión una alternativa creíble al universo de bonos convencionales.

Los bonos verdes pueden suponer una herramienta transparente para financiar proyectos respetuosos con el medio ambiente sin costes adicionales. El precio de un bono suele reflejar el riesgo financiero asociado a su emisor. Lo mismo sucede con un bono verde. Así pues, no hay diferencia estructural justificada en cuanto a precios de emisión o rentabilidad financiera entre un bono verde y su equivalente tradicional. Por lo tanto, los inversores tienen la oportunidad de incorporar transparencia e impacto medioambiental a su cartera sin asumir riesgos adicionales o pagar un precio más elevado.

Nuestra estrategia Green Bonds

La estrategia Green Bonds de AXA IM es un enfoque purista que combina nuestros amplios recursos de inversión en renta fija global activa con nuestro marco propio de bonos verdes y nuestra metodología de puntuación ESG.

No todos los bonos verdes son iguales y es fundamental albergar un enfoque riguroso para asegurar un beneficio medioambiental real y evitar respaldar posibles casos de mera propaganda verde, también conocida como greenwashing. En AXA IM hemos desarrollado nuestro marco para llevar a cabo evaluaciones al respecto. No solamente dirige inversiones responsables hacia proyectos realmente verdes, sino que también procura elevar los estándares del conjunto del mercado. Nuestros analistas se reúnen con numerosos emisores para hablar sobre sus negocios y explicar nuestro marco. A menudo aprovechamos estas oportunidades para implicarnos con los emisores poniendo en común prácticas de mercado óptimas y áreas en las que pueden reforzar su enfoque hacia la financiación sostenible. Nuestro objetivo consiste en destacar lo que esperamos de ellos en sus emisiones y, en caso necesario, ayudarlos a mejorar su estrategia de sostenibilidad general.

Nuestro marco de bonos verdes

Al emplear el marco de bonos verdes de AXA IM, buscamos invertir únicamente en proyectos financiados por este tipo de activos que brindan un beneficio sustancial al medio ambiente. El objetivo es garantizar que solo los proyectos más relevantes y de mayor impacto reciban la financiación necesaria.

Nuestro marco propio se compone de cuatro pilares a la hora de escoger una inversión:

  • ¿Encaja el bono verde con los objetivos medioambientales del emisor del mismo?
  • ¿Tendrá el proyecto un impacto claro más allá de la actividad habitual del emisor?
  • ¿Sabemos que el producto financiará el proyecto al que está destinado?
  • ¿Cómo tiene previsto el emisor seguir los avances del proyecto y medir su impacto?
INVERSIÓN RESPONSABLE

Bonos verdes, sociales y sostenibles

Una actualización de nuestro marco de evaluación

VEA EL MARCO

Nos centramos en los bonos que proporcionan beneficios en uno de los cuatro temas medioambientales clave:

  • Soluciones de energía inteligentes
  • Transporte con bajas emisiones de carbono
  • Edificios verdes
  • Ecosistemas sostenibles

Nuestro objetivo es proporcionar métricas de impacto transparentes y medibles centradas en la contribución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas a la mejora de problemas medioambientales y sociales, que incluyen:

  • 3 - Salud y bienestar (Garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades)
  • 8 - Trabajo decente y crecimiento económico (Promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos)
  • 11 - Ciudades y comunidades sostenibles (Hacer que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resistentes y sostenibles)
  • 13 - Acción por el clima (Tomar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus impactos)

Que se aspire a lograr ODS específicos no implica respaldo por parte de Naciones Unidas a AXA Investment Managers, de sus productos o servicios o de las actividades que tenga previsto llevar a cabo y no constituye, explícita o implícitamente, una recomendación de una estrategia de inversión. 

Nuestras estrategias de la gama ACT relacionadas con el clima

Nuestra gama ACT está diseñada para que nuestros clientes puedan tomar medidas sobre cuestiones globales como el cambio climático a través de sus inversiones. Estas estrategias van más allá de la integración de los criterios ESG, siguiendo un proceso en el que las decisiones de inversión están impulsadas por temáticas ESG o buscando un impacto intencional, positivo, medible y sostenible.

GAMA ACT

Economía limpia

Las empresas innovadoras están creando soluciones para abordar las presiones en torno a la escasez de recursos naturales y la necesidad de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero

GAMA ACT

US High Yield Low Carbon

Pensamos que la economía mundial ha entrado en una «década de transición» hacia un modelo descarbonizado más sostenible

GAMA ACT

Biodiversidad

Invertir en preservar la vida en la tierra, el agua y el aire.

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